Hola, mi nombre es Érika y esta es mi historia Gleek....
Soy orgullosamente hija de una madre soltera que decidió enfrentar una maternidad y paternidad ella sola, con todo lo que esto implica. Crecí rodeada de adultos, en un ambiente totalmente adulto donde mi único entretenimiento era la televisión por lo que mi infancia la pasé entre telenovelas, programas, caricaturas, etc. y siempre me soñé dentro de ese mundo.
Al entrar en la adolescencia descubrí que una palabra, un insulto, una burla puede causar el peor daño porque te hiere hasta lo más profundo de tu ser, sí fui víctima de bulling por mucho tiempo, algunos compañeros de clase me trataban mal, me ponían apodos que gritaban delante de todos para que el salón entero se diera cuenta y se burlara junto con ellos.
Mis amigos al igual que yo eran rechazados, pues no cumplíamos con los "requisitos" o no entrabamos en los "estándares" que ellos ponían como "perfectos", aún así formábamos un grupo increíble, nos divertíamos tanto que algunos de ellos que tuvieron la oportunidad de conocernos cambiaron por completo su opinión hacia nosotros.
Soy orgullosamente hija de una madre soltera que decidió enfrentar una maternidad y paternidad ella sola, con todo lo que esto implica. Crecí rodeada de adultos, en un ambiente totalmente adulto donde mi único entretenimiento era la televisión por lo que mi infancia la pasé entre telenovelas, programas, caricaturas, etc. y siempre me soñé dentro de ese mundo.
Al entrar en la adolescencia descubrí que una palabra, un insulto, una burla puede causar el peor daño porque te hiere hasta lo más profundo de tu ser, sí fui víctima de bulling por mucho tiempo, algunos compañeros de clase me trataban mal, me ponían apodos que gritaban delante de todos para que el salón entero se diera cuenta y se burlara junto con ellos.
Mis amigos al igual que yo eran rechazados, pues no cumplíamos con los "requisitos" o no entrabamos en los "estándares" que ellos ponían como "perfectos", aún así formábamos un grupo increíble, nos divertíamos tanto que algunos de ellos que tuvieron la oportunidad de conocernos cambiaron por completo su opinión hacia nosotros.
Y así alcancé mi madurez entre un ambiente lleno de estereotipos... Hoy tengo 25 años y conocí a mis Gleeks, como yo les llamo, a los 22, desde que vi el episodio piloto me enamoré de la serie, de sus personajes, de su forma de hacer la televisión ya que soy Licenciada en Comunicación y suelo fijarme en ese tipo de cosas...
Amé a Rachel Berry y Will Shuster por su entusiasmo para sacar adelante un proyecto en el que nadie confiaba, ni siquiera sus propios miembros. Me enamoré de la frase "ser parte de algo especial, te hace ser especial" y ahora lo sigo como una filosofía de vida, "Don't Stop Believin’" es más que una canción en mi mundo.
Muchos dicen que estoy loca porque a mi edad debería olvidarme de esa cosas, pero no me importa, SÍ DIGO CON ORGULLO QUE SOY UNA GLEEK, que soy fan de Rachel Berry y que me gustaría tener el valor que tiene ella para gritarle al mundo ASÍ SOY Y QUE!!!, que mi canción favorita es “Faithfully” por todo lo que representó en su momento para Rachel y Finn, que me encantó el personaje de Jesse St. James por su sarcasmo y su tino para decir las cosas, que me super encantan sus performances, mejor dicho amo sus performances, que soy capaz de defenderlos ante todo y contra todos y que en mis planes está ponerme un tatuaje con el logo de la serie y la leyenda “Don't Stop Believin’”, su canción emblemática.
Eso y muchas cosas más representan para mí esa maravillosa serie. No sé si Ryan Murpy pensó en logar esto con cada uno de los espectadores, pero cuando menos conmigo lo logró, y agradezco a Glee hacerme pasar momentos agradables en compañía de sus personajes, de su música y simplemente de su compañía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario